sábado, 6 de abril de 2019

#poesía


Recuerdos futuros ©

Por: @lixysol


Insomnio interminable,
me inunda sin cesar,
como si fueran tus brazos
sosteniéndome en el aire.

Esta noche no hay sueño,
sólo la lluvia que refleja
tu imagen en la ventana
invitándome al paraíso.

Si te tendré, no sé,
eso respondo a diario
cuando el alba llega
a colmarme de preguntas.

Mientras tanto, te imagino
como terapia de consuelo,
pero será sólo tu presencia
la que al final, me resucite.

¡Qué ironía es el amor!
Puede matar de alegría
y revivir de las cenizas.

#relato #terror


Bocadillo nocturno ©
Por: @lixysol

Inesperadamente, Armando, el joven portero de mi edificio, se declaró perdidamente enamorado de Mónica, la vecina del 2-C. Al principio se trataban como dos extraños; tal vez tratarían de disimular su idilio. Sin embargo, una mañana en que me topé con ambos en la puerta principal, parecía obvio que sus sentimientos habían aflorado del todo. Un beso largo y apasionado mantuvo atentos a los vecinos que a esa hora salíamos a trabajar. La señora del 2-B murmuraba mientras recogía su correspondencia: “Tan tranquilos que eran. Mírenlos ahora: destilando sudores frente a todo el mundo. Sólo falta que se coman el uno al otro en público”.

La noche siguiente, escuché ruidos lastimeros en el edificio, como si un animal estuviese agonizando. Con precaución, salí al pasillo. La puerta de Mónica estaba abierta. La señora del 2-B también se asomaba para ver qué sucedía, así como el doctor del 2-A. Todos entramos de golpe al departamento 2-C cuando escuchamos que los quejidos se convertían en gritos de terror. Mónica y Armando estaban sentados en el comedor. Ella se cortaba laminillas de piel del brazo izquierdo y las ponía sobre la lengua de Armando, quien las engullía como pescadillos. Él hacía la cabeza hacia atrás, sonriendo con un inexplicable semblante de placer. Ella gritaba al cortarse y después reía con una malicia casi sensual. Les dije. Sólo esto nos faltaba. Que se comieran el uno al otro en público, mascullaba indignada la señora del 2-B mientras volvía a su casa.

#relato #terror


Mandy ©

Por: @lixysol


Una inexplicable locura terminó por llevarse la vida de Mandy. Aquella noche fría, el velatorio donde reposaba el cuerpo estaba casi vacío. Mi joven tía no gozó nunca de amplia aceptación por parte de la familia debido a sus cambios extremos de humor y ataques de ansiedad. La situación se agravó luego de tres intentos de suicidio con extravagantes métodos, como intentar meter la cabeza al horno.

Esa noche de vela, la abuela Elena se acercó al féretro enjugándose las lágrimas. De repente, un rictus de horror ensombreció su rostro. “Está viva” murmuró varias veces, como un mantra. Los pocos familiares presentes rodeamos la caja. El tío Mark, sin permiso alguno, abrió la portada de vidrio para dejar al descubierto el maquillado rostro albino de Mandy. Ella tosía intermitentemente al tiempo que se incorporaba. Un silencio sepulcral se apoderó de la sala entera. Mi tía nos observó de un lado a otro con sus ojos claros, tan abiertos como platos. El encargado de la sala entró a hacer algunos anuncios, pero se quedó de una pieza. De inmediato llamó al médico para que certificara que Mandy estaba viva.

Luego del episodio, la joven intentó realizar sus actividades cotidianas. Sin embargo, cuatro noches después, vestida sólo con un camisón y en medio de una tormenta espantosa, Mandy huyó de casa hacia el bosque que rodeaba la casa de la abuela. La buscamos por días enteros, pero nunca apareció.

Anoche celebré mi decimonoveno cumpleaños. La familia intentó pasar un momento amable entre tanta tribulación.  Me senté a comer tarta en la ventana de mi cuarto, dirigiendo la mirada hacia el oscuro bosque. En un parpadeo, me pareció ver a Mandy corriendo entre los árboles, mas no puedo asegurar que en realidad haya sido ella. Tal vez la mente nos juega pasadas en nuestro deseo de hallarla, o simplemente la tía nos visita en forma furtiva y traviesa desde el otro mundo.

#poesía


Detrás de tu mirada ©

Por: @lixysol


El amor ciego no ve
porque sólo de sentir, sabe;
reconoce latidos
sin roces ni palabras.

El amor que no observa
se siente desde el interior,
como cuando el viento
traspasa las enramadas.

En cambio, el amor que tiene ojos
se siente desde fuera,
como cuando tocas los relieves
en la arena de la playa.

por todo esto, diría
que el amor que ve, no es de fiar
porque, aun cuando tiene pies,
el suelo es un límite.

Sin embargo, el amor ciego
en suplencia de la vista,
tiene un enorme par de alas
para cruzar el firmamento.

#microcuento


Los ojos de Teresa ©
Por: @lixysol 

Frente a los titilantes reflejos de la chimenea, Arturo recordó la tarde en que Teresa dijo adiós desde el autobús que la llevaría de vuelta a la ciudad.  Habían pasado juntos ese verano en el campo, entre paseos y ardientes promesas para un futuro incierto. Mientras su mente viajaba al pasado, Arturo dio un sorbo a la copa de brandy que sus viejas manos sostenían. El tono ambarino del licor trajo al presente los ojos de Teresa, almendrados y elegantes, ávidos de emociones nuevas. Si Arturo hubiera sabido que aquel idilio adolescente iba a durarle toda la vida en el corazón, habría corrido como un loco detrás del autobús antes de perderlo de vista sobre el horizonte.  



#escribir #ProsaEspontánea


Estimados lectores: 
Estoy de vuelta para mostrar por este medio el trabajo literario que me apasiona realizar. Microcuentos, relatos...todo inspirado en la vida cotidiana, real o no, que nos envuelve y motiva.
Espero disfruten conmigo este viaje al mundo de las letras. 
¡Vamos!