domingo, 22 de marzo de 2015

¿Por dónde empiezo?


Es la primera pregunta que se tiene cuando una historia ronda en la mente. El o los personajes están allí, cobrando vida poco a poco, tejiendo un telar de circunstancias, pero no servirá de nada si no se vuelven tangibles al contacto con el papel. Es decir, hay que "sacar" el relato de tu cabeza y transformarlo en oraciones armónicamente colocadas, para que la gente pueda leerlo.
No te preocupes si al principio tienes tantas cosas que decir que no les halles una línea. Lo importante es que procures tener bien plantados los siguientes elementos para tu primer relato:

  • Un personaje principal: Es el que llevará el hilo de la historia, quien tomará las decisiones importantes y generará un final. Ejemplo: Laura es una enfermera que todos los días toma el mismo tren a la misma hora.
  • Uno o dos personajes secundarios: Ayudarán o entorpecerán la trama, creando soluciones o conflictos.  Ejemplo: (1) Ricardo es un ejecutivo enfermo del corazón que estaciona su coche en la calle y toma el tren. (2) Luis es un delincuente.
  • Un nudo: Es el conflicto que detona la historia. El punto en que los personajes convergen. Dependiendo de la complejidad del relato, puede haber varios nudos que resolver antes de llegar al final. Ejemplo: Luis roba el portafolio de Ricardo, quien cae desmayado en el tren por la impresión. Laura da los primeros auxilios a Ricardo, salvándole la vida. Se enamoran.
  • Si añadimos otro nudo a la misma historia, podría ser: Luis es interceptado por la policía al correr con el maletín, recibiendo un disparo en la pierna. Es trasladado al área de urgencias donde trabaja Laura. Ella es la única que puede delatarlo, sin embargo, él pudo abrir el maletín durante el trayecto, hallando un sobre con dinero, el cual escondió en un basurero. Luis chantajea  a Laura para que no declare como testigo del robo y así él le devolverá el dinero.
  • Final: Es la conclusión de la historia. Puede ser trágico, inesperado, amable, predecible, etc. dependiendo del tono que se aplique al relato. Ejemplo: (1) Laura accede al chantaje para recuperar el dinero. Luis sale libre, pero la traiciona y roba de nuevo el dinero. Laura lo sigue e intenta recuperar el dinero, pensando en que Ricardo lo necesita. Pelean. Laura cae al piso, se golpea la cabeza y muere. (2) Laura no cae en el chantaje y decide ir a buscar el dinero por ella misma. En el maletín hay una nota firmada por Ricardo que dice "Toma tu parte y me llevas la mía a donde te dije. Gracias, mi padre jamás me habría dado ese dinero". (3) Luis se arrepiente de sus faltas. Decide devolver el dinero. Ricardo lo recompensa. Laura y Ricardo se casan. 
Un nudo siempre podrá tener muchos finales, tantos como se te ocurran. Lo importante es mantener el tono de narración. Es decir, si es un relato de suspenso, tendrá que captar la atención del espectador al máximo. Si es un drama de amor, mantendrá la emoción del idilio. Si es una comedia, el ritmo de ideas graciosas no podrá decaer. Toma en cuenta que un final cargado de sorpresas siempre será mejor que uno simple.

Poco a poco iremos analizando todos los elementos para crear una historia. 

Por lo pronto, con este artículo, ya tienes el primer tip para tu trama. Como ejercicio, te propongo que hagas un esquema con los puntos descritos en un microrelato que no supere las 100 palabras. Si gustas, puedes añadirlo a tu comentario. ¡Suerte! ☺