En una historia es necesario contar con puntos de tensión y de relajamiento para mantener atento al lector de principio a fin. Vamos a llamar a los puntos de tensión como "crestas" y a los de relax como "valles".
Es decir, la estructura de un relato podría ser así:
Inicio - Nudo - Cresta - Valle - Nudo - Cresta - Valle - Final.
El nudo, como ya lo habíamos comentado en otro post, es el conflicto que desata la historia, y pueden ser tantos como lo consideres, siempre y cuando estén justificados y no olvides de darle una solución o pauta de solución a cada uno. Uno de los mayores errores sería dejar algún nudo sin resolver o al menos dar una idea al lector sobre la solución. Si llega a pasar esto, el lector se quedará con la sensación de que algo faltó y muy probablemente se desilusionará de la lectura.
Un tip es realizar gráficamente el hilo de tu relato, como si fuera un diagrama. Así te darás cuenta de cuántos nudos, crestas y valles estás empleando y si debes aumentarlos o disminuirlos.
Espero que te haya servido este tip y...¡a escribir! ;)
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